
¿Necesitamos un submarino?
La economía sumergida siendo una realidad en España y no parece que este problema tenga fácil solución. Los números de fraude fiscal son muy elevados, estando a la cabeza de la Unión Europea en esta materia. Mientras el gasto público es cada vez mayor, la Administración tributaria busca cada vez fórmulas más restrictivas para la obtención de ingresos.
La economía española remonta, o eso parece. Se puede palpar en el ambiente un sentimiento de esperanza, que unos años atrás parecía perdido. Los ciudadanos españoles empezamos a plantearnos nuevas inversiones, porque volvemos a confiar en un mercado que creíamos nos había fallado.




