
A prueba de Hacienda
Cuando hablamos de la prueba y del momento probatorio oportuno, caminamos sobre arenas movedizas. Lo que no se prueba se puede mover.
Nunca ha estado claro cuándo probar, cómo probar y qué probar, pero ahora la cosa empeora. Y este empeoramiento viene de la mano de las sucesivas reformas del sistema tributario. Estoy pensando en la ya lejana reforma de la Ley General Tributaria en el año 2015 y en la no tan lejana reforma de sus reglamentos de desarrollo. Aunque mientras escribo esto igual están cambiando algo, también a peor.
Como la normativa tributaria se modifica para solucionar los problemas personales de los funcionarios (salvando las excepciones que sabemos las hay), lo que ocurre es que cada vez tenemos menos facilidad y capacidad probatoria y, por ende, menos posibilidades de defender nuestros intereses.




